Quisiera ser el alba que navega a esta hora, y ser buena. ¡Ya va siendo hora! ¿Cómo pude pensar que esto sería una alternativa para evadirme de la verdad? ¡Esto es muy duro! ¡Es un sensación tan horrible que yo, que lo estoy viviendo, no sé como expresar la angustia que estoy pasando!
¿Cómo pude pensar que esto seria alegre, si hasta los cuadros se marchitan?
Aquí la gente es buena, pero nada tiene que ver con lo que es la vida. Siempre está presente esa mirada penetrante detrás de una lente. Si no fuera por la ventana, no sabría si es de noche o de día.
¡Siempre la misma sombra! ¡Siempre es lo mismo!
Siento angustia. Nunca en mi vida me he sentido tan sola. No hay nadie…
Daría lo que fuera por ver esas caritas, sentir esos abrazos, esos besos, ese cariño, de las personas a las que tanto quiero.
Mientras el mundo vive su día a día, yo me consumo en este ambiente respirando aire que ni siquiera es puro. No sé si hace frío. No sé si hace calor…
Ha sido uno de los peores errores que he cometido en mi vida. ¡Y todo por el físico! Y ahora, ¿quién se preocupa por mi físico?
¡¡NADIE!!
Sólo yo, y esta obsesión que no me lleva a ningún sitio, salvo a la muerte.
¡No tendría que desperdiciar mi vida aquí! Debería estar con mi familia, con mis amigos, disfrutando del momento que me toca vivir, y no aquí, entre rejas, donde lo único que no está prohibido es mirar afuera por la ventana. Eso solo… E ¡imaginar! ¡Menos mal!
Lo peor de todo es que estoy llevando conmigo a mis padres, a mi hermanito y a todos los que me están apoyando y… ¡no se lo merecen!
Si yo tuviera un hijo que estuviera en mi situación, me derrumbaría. ¡Es muy duro! Nadie, ni yo misma, imagina como es este lugar.
Hay gente peor que yo. Solo tengo que girar la cabeza.
Hay gente mejor que yo. Solo tengo que mirar por la ventana.
¡Qué se puede decir de este sitio…!
¡Tan cerca del sol, y no llueve!
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