Lassye
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Yolanda


Doce años en el momento de redactar esta página


Lassye. Es una perra llamada Lassye. Tiene un año y siete meses. Su pelo es rizado y de color negro y gris. Sus ojos son color azabache. Tiene una cabeza redondeada con un hocico muy fino y unos dientes pequeños y afilados como espadas. Las orejas, grandes y algo agachadas, parecen estar volando cuando corre.
Tiene un cuerpo delgado, no muy largo, con las patas a la cruz. Las dos delanteras son más largas y gruesas que las traseras, un poco más pequeñas y frágiles. Sus patillas siempre están listas para echar una buena carrera.
Las almohadillas de sus patas, son muy blandas y suaves. Tiene unas uñas largas y afiladas con las que raya el suelo.
Cuando la pelamos, su tamaño se divide y parece una ratilla. De pequeña, Lassye era muy tímida, asustadiza, tanto que hasta su propia sombra le daba algo de miedo.
Cuando vino a casa por primera vez, no había manera de que se acercara a mí. Cuando yo quería jugar con ella o sacarla a pasear, tenía que dar golpes en su caseta para que saliera de ella.
De paseo, ella nunca me hacía caso, tiraba de la correa porque no le gustaba, En cambio, ahora es una perra muy diferente. Es muy traviesa, glotona, hiperactiva y algo alocada. Cuando nos ve, empieza a dar saltos de alegría sin parar para que la cojamos o le demos comida.
En la cocina es un torbellino. Se pone frente al jamón sentada y nos mira con una carilla que parece estar llorando. Si no le hacemos caso, empieza a morder el pantalón y a ladrar. En el almacén, empieza a correr alrededor del coche para que yo vaya detrás a pillarla, cosa que es casi imposible. Estando la puerta de mi cuarto abierta, entra y se lleva mi calzado.
Cuando la saco a jugar corre por todo el patio escondiéndose detrás de los arbustos para que yo no la encuentre. De paseo, no hay quien la controle. Tira de la correa para ir donde quiere, sin importarle nada más que ella misma. Da tirones tan fuertes que parece ahogarse.
A Lassye, donde más le gusta estar es en el jardín, debajo de un planta que en el verano le da sombra, aunque tiene su caseta que solo utiliza cuando llueve.
El patio donde pasa la mayor parte del tiempo, es grande, con muchas plantas, columpios… El jardín tiene chinorros que Lassye, cuando corre, esparce dejando limpio el lugar por donde ha pasado.
El patio trasero, donde juega con la pelota y con el monopatín, es también muy grande y tiene al lado una balsa para desalar el agua. Como la balsa está techada con una tela negra, ella se mete y empieza a correr por encima de la lona dejándola llena de sus huellas.
El lugar por donde la saco a pasear es un terreno que hay entre las fincas de mi tío y de mi padre. Cuando llego a una explanada de tierra, la dejo suelta para que corra todo lo que de apetezca.
Algunas veces, la llevo a casa de mi abuela y la dejo en su jardín que tiene olivos, naranjos, almendros… Allí, le encanta revolcarse sobre una montañita de arena y esconder las cosas que encuentra.


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